Fue Patagonia el último sinfín de viento
y desahucio.

El presente que sepulta
todo lo que conocimos.

Concordamos quienes que vinimos,
que sería este la latencia de muerte
que precede a la vida.

Que el sinfín de polvo y hueso
nos esperaba desde que decidimos nacer.

Abajo solo hiedra, viento y Calafate.

Concordamos que solo la muerte
arroja al hombre por la borda, y
que el miedo de volar quedaría
congelándose en el Estrecho de Magallanes.

Pasaron así los días,
antes de perder la señal bisiesta
de mi vida pasajera.

Así concordamos que Tierra del Fuego
sería el fin del fin.